Según un estudio, los bebés alimentados con comida casera tienen un paladar más adaptado a distintos tipos de alimentos y acumulan menos grasa corporal que aquellos que se alimentan con productos comerciales.
Los bebés alimentados con
preparaciones caseras aprenderían a disfrutar de una mayor variedad de
alimentos y acumularían menos grasa corporal que los alimentados con productos
comerciales, según un estudio reciente.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda la lactancia exclusiva en los primeros seis meses de vida y,
recién entonces, comenzar a combinarla con alimentos sólidos.
Un equipo estudió si el tipo de
comida (casera o comercial) influye en la variedad de la dieta, el crecimiento
y el peso. Y halló que los bebés que sólo consumían alimentos caseros tenían
dietas más variadas más tempranamente y menos masa grasa corporal cuando tenían
entre uno y tres años.
"Los resultados podrían influir
en la prevención de la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas con las
malas elecciones alimentarias", dijo la autora principal, doctora Elise
Mok, del Instituto de Investigación del Centro de Salud de la Universidad McGill
y el Hospital de Niños de Montreal.
Las guías de la OMS instan a los
padres a alimentar a los bebés con una dieta variada, que incluya carnes rojas,
pollo, pescado, huevo, frutas y verduras a partir de los seis meses.
El equipo analizó la dieta de 65
bebés y la acumulación de grasa corporal cuando tenían seis, nueve, 12 y 36
meses. A los nueve meses, 14 bebés (22 por ciento) sólo habían probado
preparaciones caseras y otros 14, sólo productos comerciales. La dieta de la
mayoría incluía una combinación de ambos tipos de comidas.
Referencias:
¿Las preparaciones caseras para los bebés son más saludables? - Scientific American - Español
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